Córdoba, 1° de Noviembre 2019
A la Querida Familia SAFA: Hermanos, Fraternidades, Socios, Cooperativas, docentes, directivos, personal administrativo y de mantenimiento, catequistas y animadores de la Pastoral Juvenil
Al terminar el período de servicio del Instituto HSF como animador provincial quiero dar gracias ante todo el Dios de la vida por este período intenso, rico, fecundo y novedoso en la vida nuestra Provincia religiosa que se ha ido conformando con la riqueza que el Espíritu fue generando en cada sector provincial como expresión de la vida y Misión del Instituto.
Agradezco la buena voluntad, la colaboración, la cercanía de cada uno, la palabra oportuna tanto en la coincidencia como en la necesaria discrepancia cuando de construir una comunidad evangélica se trata. Nuestro espíritu “de cuerpo y de familia”, como decía el Hno. Gabriel, nos ha permitido construir relaciones de confianza y respeto como hijos de un mismo Padre, llamados a hacer presente en este mundo el Reino de Dios..
Un agradecimiento especial a los Hermanos del Consejo, con quienes hemos compartido en el hoy y en el pasado la animación de la Provincia: los Hermanos Ernani, Juan Carlos, Jose Mamerto, José María, Carlos Raco, Aurelio y Edgardo Bruzzoni
En el centro de este acompañamiento hemos querido poner el llamado de Jesús a seguirlo como discípulos y discípulas desde la vocación y misión particular a que hemos sido llamados y que el Espíritu ha regalado a la Iglesia en persona del Hno. Gabriel y sus primeros compañeros.
Para cultivar esta vocación de seguimiento de Jesús hemos impulsado, con la colaboración de muchos, el cultivo de la espiritualidad a través de múltiples y variadas propuestas presenciales y on line, a través de la Palabra Cotidiana y los Mensajes que la acercan semanalmente, a través de las Comunicaciones mensuales que han querido aportar no solo claridad y transparencia del acontecer provincial sino generar vínculos de unidad..
En nombre de toda la Familia SaFa beneficiaria de estos servicios nazarenos agradezco a quienes dedican su tiempo, su energía, su creatividad a favorecer estas instancias de formación y comunicación que tanto bien nos hacen y tanto necesitamos.
Con el Consejo hemos tratado en todo momento de acompañar, ser cercanos a cada Comunidad y en situaciones delicadas, escuchar, mediar, hacernos próximos desde el amor y la sencillez propias de nuestra espiritualidad nazarena.
En nuestra Provincia religiosa hay una gran riqueza y diversidad en las presencias; obras formales y no formales; instituciones con muchos medios y otras con alcance limitado, unas con mucho alumnado y otras con alumnado acotado, pero la principal riqueza está en las personas, en la obra que el Espíritu hace en cada uno, en cada comunidad educativa independientemente de los medios con que cuenta.
Por eso en el Informe al XXXVIII Capítulo General ponía que “existen estimulantes testimonios tanto entre Hermanos como entre los laicos de la Familia SaFa de santidad, de apertura al Espíritu, de dejarse guiar por su acción misteriosa, tanto en la vida personal, en la vida de familia y en la generosa entrega a la misión evangelizadora del Instituto”.
Agradezco las múltiples atenciones recibidas en cada una de estas visitas y pido disculpas si en algún asunto alguien no se sintió ofendido por alguna palabra o gesto que pudiera molestar. En todo caso el camino del diálogo permanece siempre abierto para dar para aclarar cualquier malentendido que haya quedado pendiente ya que – más allá de lo que dicen nuestro Documentos – soy los que piensan que “hablando se entiende la gente”.
Finalmente los invito a seguir construyendo incansablemente nuestra identidad y misión como Provincia de la Esperanza y Familia SAFA poniendo en el centro la misión nazarena que el Señor nos encomienda junto a nuestros alumnos y sus familias, proyectándonos con espíritu solidario hacia las periferias eclesiales y sociales que silenciosamente – muchas veces – reclaman nuestra atención.
Que en todo, animados por la Sagrada Familia y el Hno. Gabriel sepamos transparentar y compartir la alegría profunda y el sentido de vida que nace del encuentro personal con Jesús y su Evangelio!
Fraternalmente en JMJ
Hno Néstor