Familia SAFA
“La “Familia Sa-Fa” está formada por el Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia y las personas y asociaciones que comparten su espiritualidad y su misión en distintos grados de participación y compromiso” (Orientación 7 del 36° Capítulo General).
La concepción de la Iglesia como Pueblo de Dios y la Iglesia comunión impulsadas por el Concilio Vaticano II han sido clave para el desarrollo de un proceso de valoración de cada una de las vocaciones y la complementariedad entre ellas, así como el compartir los carismas personales e institucionales.
La incorporación de seglares a las obras educativas y catequéticas del Instituto ha generado un proceso de corresponsabilidad en la misión y sentimiento de pertenencia a la institución en muchos de estos seglares, que aunque a veces no esté bien definido, se percibe en la adhesión a los elementos distintivos del Instituto como son: los símbolos, las fiestas, los patronos, los lemas, el estilo de relación y gestión, el proyecto educativo, etc.
Algunos seglares cercanos a las Comunidades de Hermanos han mostrado cierto interés por la espiritualidad propia del Instituto. Ésta atracción por la espiritualidad se ha desarrollado a medida que han conocido aspectos más concretos de la misma que les servía para su propia vida y ha ido madurando sobre la base de una mayor conciencia y compromiso de los laicos promovidos por la Iglesia a partir del Vaticano II. El interés despertado por la espiritualidad se ha ido consolidando en un conocimiento teórico y en una vivencia existencial de la misma.
Los procesos han continuado hasta ver en el presente frutos maduros, también entre nosotros. La reforma de las Constituciones de los Hermanos de la Sagrada Familia de 2007 lo constata añadiendo a las mismas el nº 4bis: “Los Hermanos acogen como un don del Espíritu Santo el interés mostrado por algunas personas y grupos hacia su carisma. Ven en ello una llamada a vivir la comunión eclesial en la complementariedad de las vocaciones. Su carisma puede ser compartido con los laicos y sacerdotes, invitados a participar, en diversas formas, de la espiritualidad y de la misión del Instituto”.
El Hno. Gabriel Taborin es el punto común de referencia en cuanto Fundador del Instituto, al que dio el nombre y puso bajo el patrocinio de la Sagrada Familia. Quienes comparten el carisma del Hno. Gabriel encuentran en la Sagrada Familia la inspiración para su vida y acción.
La constatación de que hoy existe y se desarrolla la Familia Sa-Fa es motivo de agradecimiento y compromiso. Agradecimiento porque “Los carismas han de ser acogidos con gratitud, tanto por parte de quien los recibe, como por parte de todos en la Iglesia” ChL 24. Y compromiso porque: “Son, en efecto, una singular riqueza de gracia para la vitalidad apostólica y para la santidad del entero Cuerpo de Cristo…” ChL 24.
Corresponde a la Familia Sa-Fa impulsar su vitalidad espiritual, la fraternidad, la comunión eclesial, la formación y la misión asignada.” (Doc. Familia Safa)