La Asociación de la Sagrada Familia, como obra de la Provincia religiosa “Nuestra Señora de Luján”, participa del carisma del Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia, fundado por el Venerable Hermano Gabriel Taborin en 1835, en la diócesis de Belley, Francia.
La presencia de los Hermanos en la Argentina responde históricamente a un deseo de la Congregación de abrir, a principios del siglo XX, un nuevo campo pastoral en América además del Uruguay, donde la presencia de los Hermanos ya se había afianzado suficientemente en veinte años de actividad. Esta primera presencia en el territorio argentino se remonta a la fundación del Colegio “San José”, en Tandil, en 1908. Las comunidades existentes en suelo argentino fueron erigidas Provincia en 1963.
Un proceso de inculturación del carisma se ha llevado a cabo desde la creación de nuestra Provincia, hecho que aún perdura por ser de carácter dinámico. La profundización del carisma a que nos ha conducido el Concilio Vaticano II ha enriquecido este proceso destacando los valores nazarenos y permitiéndonos un discernimiento más atento a la historia de los mismos. En este mismo sentido, la experiencia del carisma y la misión compartidos entre los Hermanos y los laicos y laicas ha sido una novedad del Espíritu, expresión de los signos de los tiempos, que nos invita a resignificar nuestras vocaciones en el horizonte de una nueva eclesialidad.
Como fruto de esta experiencia, construida a lo largo de muchos años en las distintas comunidades educativas, en el año 1999 la “Asociación de la Sagrada Familia” reforma sus Estatutos, incorporando a algunos laicos y laicas como socios activos y protectores. Se fue gestando así un nuevo espacio eclesial en torno a la misión común de evangelizar desde el cauce de la educación.
Poco a poco este proceso se fue consolidando y actualmente Hermanos y Laicos asumen corresponsablemente la animación y conducción de las Obras educativas, a través de los organismos propios de la Asociación. Conforman hoy el “cuerpo” de la ASF el colegio “San José” de Tandil, el colegio “Institución Escuti” de Córdoba, el colegio “Sagrada Familia” de Buenos Aires”, el colegio “Gabriel Taborin” de Córdoba , el colegio “San José” de Bell Ville y el colegio “María de la Esperanza de Santa (Lucía (Tucmán). La finalidad inicial de algunas fundaciones ha cambiado, con el pasar del tiempo, para adaptar su misión a nuevos desafíos. Como sucedió desde los comienzos de la Congregación, algunas otras obras fundadas debieron ser transferidas a la Diócesis respectiva.
Agradecidos por la historia compartida y por sus protagonistas, queremos continuar con fidelidad creativa la obra que con amor construyeron los Hermanos, Laicos y Laicas que nos precedieron, especialmente atentos a las necesidades de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.