INTRODUCCIÓN

De todas las prácticas de piedad, no hay ninguna que sea tan indicada para mover el corazón y acercarnos a los sufrimientos de nuestro Divino Salvador, como seguir el «Camino de la Cruz». Dispongámonos entonces, a recorrer este Via Crucis, como tantas veces lo hizo el Hno. Gabriel. Nos tomamos un rato para rezar, hacer nuestras peticiones y revivir en nosotros la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

En cada Estación (diseñada por el Hno. Tato), se encuentra una Palabra-Mensaje. Las mayólicas fueron realizadas por una ex alumna Sa.Fa.

En el vía crucis que vamos a comenzar habrá una referencia constante al don de estar protegidos por el amor de Dios, sobre todo por Jesús crucificado, y a la tarea de cuidar, también nosotros por amor, de toda la creación, de todos los hombres, especialmente de los más pobres, de nuestras familias y de nosotros mismos.

Participemos en este vía crucis íntimamente unidos a Jesús. Atentos a lo que está escrito en los Evangelios, se irán observando con discreción algunos sentimientos y pensamientos que pudieron embargar la mente y el corazón de Jesús en aquellas horas de prueba. Al mismo tiempo, nos dejaremos interpelar por algunas situaciones de la vida que caracterizan -para bien o para mal- nuestros días. Expresaremos así una resonancia que manifieste nuestro deseo de dar algún paso en la imitación de nuestro Señor Jesucristo en su pasión.

ORACIÓN

Señor, Dios nuestro,

que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo muerto en la cruz,

concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio de amor,

dar testimonio de él, con palabras y obras,

ante cuantos, en tu bondad, se cruzan en nuestro camino cada día.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

PRIMERA ESTACIÓN

Jesús es condenado a muerte – PARTIDO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Lucas:

«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros… Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros».

Señor Jesús, nosotros somos todavía más frágiles en la fe que los primeros discípulos. También nosotros corremos el riesgo de traicionarte, de vivir PARTIDOS, separados unos de otros, cuando tu amor debería alentarnos a amarte cada vez más. Nos hace falta oración, vigilancia, sinceridad y verdad. Así la fe crecerá y será fuerte y gozosa.

Oremos – Todos: Padre Nuestro/Ave María.

CANTO

SEGUNDA ESTACIÓN

Jesús con la cruz a cuestas – ENTREGADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según San Lucas;

«¿Por que han venido ustedes con espadas y con palos, como si yo fuera un bandido? Todos los días he estado con ustedes en el templo y ni siquiera me tocaron».

Tú, Jesús, has sido «contado entre los pecadores». En la primera generación cristiana, precisamente por hablar públicamente de tí, Pedro, Juan, Pablo y Silas, entraron en prisión. Así ha ocurrido muchas veces a lo largo de los siglos.

También en nuestros días hay hombres y mujeres que son ENTREGADOS, encarcelados, condenados e incluso asesinados simplemente por ser creyentes o por su compromiso en favor de la justicia y la paz. Ellos no se avergüenzan de tu cruz. Son ejemplos admirables para que los imitemos.

Señor Jesús, conforta interiormente a los perseguidos. Que se extienda por todo el mundo el derecho fundamental a la libertad religiosa .Y te damos gracias por todos aquellos que, diariamente, ofrecen maravillosos signos de la venida de tu Reino.

– Todos: Padre Nuestro/Ave María.

CANTO

TERCERA ESTACIÓN

Jesús cae bajo el peso de la cruz – TRAICIONADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Libro del profeta Isaías:

«El fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron».

Jesús nos dice: «A mi alrededor veo mucha gente. Entre ellos, hay quienes me quieren bien, otros son sólo curiosos, otros que me han TRAICIONADO. Pienso en Juan Bautista que, al comienzo de mi vida pública, dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo». Ahora se revela la verdad de esas palabras».

Señor Jesús, en este día no podemos parecemos al fariseo que se ensalza a sí mismo, sino al publicano que no se atreve siquiera a levantar la cabeza. Como él, te pedimos con confianza, a ti que eres el Cordero de Dios, perdón por nuestros pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

CUARTA ESTACIÓN

Jesús se encuentra con su Madre – CALUMNIADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Lucas:

«Mucha gente y muchas mujeres que lloraban y gritaban de tristeza por él, lo seguían

Pero Jesús las miró y les dijo: «Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí,

sino por ustedes mismas y por sus hijos»».

Señor Jesús, has sido CALUMNIADO injustamente. El drama que afrontas junto a tu Madre por una callejuela de Jerusalén nos hace pensar en tantas tragedias familiares de nuestro mundo. Madres, padres, hijos, abuelos y abuelas. Es fácil juzgar a los demás, lo importante es saber ponerse en su lugar de los que sufren y ayudarles en la medida de lo posible.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

QUINTA ESTACIÓN

El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz – CONDENADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según San Lucas

«Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de drene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús».

Jesús nos dice: «Más de una vez, predicando el Reino de Dios, dije: «Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser discípulo mío». Sin embargo, ahora este hombre carga incluso con la mía. Quizás ni siquiera sabe quién soy, que estoy CONDENADO a muerte, pero igualmente me ayuda y me sigue.»

Señor, quizás también para algunos de nosotros el encuentro contigo sucedió de modo fortuito. Pero luego se ha hecho más profundo .Que no falten entre nosotros cirineos, que lleven la cruz de ¡os otros. Lo hacen con perseverancia. Los motiva el amor. Su presencia es fuente de esperanza. Ponen en práctica la invitación de San Pablo: «Lleven los unos las cargas de los otros». Así cuidan de sus hermanos.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

SEXTA ESTACIÓN

La Verónica limpia el rostro de Jesús – HERIDO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según San Lucas

«En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades».

Entre nosotros, la presencia femenina es significativa. En los Evangelios, las mujeres tienen un lugar destacado. Te ayudaron a ti y a tus apóstoles. Algunas de ellas estuvieron presentes en tu pasión. Y fueron las primeras en anunciar tu resurrección.

Señor Jesús, las mujeres sostienen en gran medida el anuncio de la fe en el mundo y el camino de las comunidades cristianas .Curan HERIDAS, están atentas a las necesidades de los otros, velan por los más desposeídos. Haz que sigan siendo testigos de esa felicidad que brota del encuentro contigo y que constituye el secreto profundo de sus vidas. Cuídalas como signo luminoso de maternidad.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

SEPTIMA ESTACIÓN

Jesús cae por segunda vez – HUMILLADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Mateo

«Jesús fue con sus discípulos a un huerto, llamado Getsemaní, a orar. Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: «Me muero de tristeza: quédense aquí y velen conmigo». Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: «Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí este cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres»».

Señor Jesús, cuánta tristeza hay en las almas heridas por la soledad, el abandono, la indiferencia, la enfermedad, la muerte de un ser querido. Cuánto dolor en los que sufren la crueldad de la violencia, la HUMILLACIÓN, el odio de palabras falaces o se encuentran con corazones de piedra que hacen llorar y llevan a la desesperación.

El corazón del hombre, el corazón de cada uno de nosotros, espera otra cosa: espera el cuidado del amor. Jesús, tú nos enseñas a todos los hombres de buena voluntad: «Ámense los unos a los otros como yo los he amado.»

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

OCTAVA ESTACIÓN

Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén – SOBRECARGADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Lucas:

«Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos»».

Señor Jesús, también hoy, viendo nuestras ciudades, tendrías motivos para llorar. Quizás también nosotros estamos ciegos y no comprendemos el camino que tú nos indicas. Tú cargas con el peso de nuestros pecados. SOBRECARGADO por el dolor y las penas. Pero ahora sentimos como una llamada tuya como lo dijiste en el Sermón de la Montaña: «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios».

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

NOVENA ESTACIÓN

Jesús es despojado de sus vestiduras: DESPOJADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Libro de los Salmos

«Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica».

En el Bautismo, al niño que acaba de convertirse en cristiano, se le dice: «Eres ya nueva creatura y has sido revestido de Cristo. Esta vestidura blanca sea signo de tu dignidad de cristiano. Ayudado por la palabra y el ejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha hasta la vida eterna». Esta es la verdad más profunda de la existencia humana.

Al mismo tiempo, el amor con que cuidas a todas las criaturas nos lleva también a pensar en situaciones terribles: el tráfico de seres humanos, los niños soldados, el trabajo esclavo, los niños y adolescentes a los que han robado su inocencia, heridos en su intimidad, profanados sin piedad. Tú nos haces pedir humildemente perdón a cuantos sufren estos ultrajes y son DESPOJADOS de la dignidad humana. Te pedimos para que finalmente se despierte la conciencia de los que oscurecen el cielo en la vida de los demás. Ante ti, Señor Jesús, renovamos nuestro propósito de «vencer el mal con el bien»

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

DECIMA ESTACIÓN

Jesús cae por tercera vez – CONDOLIDO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del evangelio de Juan:

«Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

Señor Jesús ante tu amor y el amor de Padre nos preguntamos si no nos estaremos dejando contagiar por el mundo que considera tu pasión y muerte «necedad y escándalo», siendo que es fuerza y sabiduría de Dios.

Señor Dios nuestro, nos atrevemos a llamarte Padre nuestro, sentirnos hijos tuyos es un don maravilloso del que estaremos eternamente agradecidos. Ayúdanos a sentirnos CONDOLIDOS con nuestros hermanos que sufren y nos necesitan. Líbranos del mal, que como Simón de Cirene ayudemos a nuestro hermano necesitado a cargar su cruz. Ante ti Señor renovamos nuestro propósito de vencer el mal con el bien.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

UNDÉCIMA ESTACIÓN

Jesús es clavado en la cruz – ACOMPAÑADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Juan:

«Entonces se lo entregó para que lo crucificaran… Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: Jesús el Nazareno, el rey de los judíos».

Jesús no estaba solo. Mirando a los que lo crucificaban dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Junto a mí hay otros dos condenados a morir en cruz. Uno de ellos me pide que me acuerde de él cuando esté en mi reino»

Te vemos, Señor Jesús, clavado en la cruz. ¿Quiénes te ACOMPAÑAN? Nos asaltan preguntas apremiantes: ¿Cuándo quedará abolida la pena de muerte, vigente aún hoy en numerosos Estados? ¿Cuándo desaparecerá todo tipo de torturas y muertes violentas de personas inocentes? Tu Evangelio es la mejor defensa para el hombre, para todos los hombres. Danos Señor la capacidad de ver a quienes podamos acompañar hoy.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

DUODÉCIMA ESTACIÓN

Jesús muere en la cruz – SOLO

Te adoramos Cristo y te bendecimos/Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Palabras de Jesús en la cruz:

Jesús dijo a voz en grito: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Después, dirigiéndose a su Madre, dijo: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; y al discípulo Juan le dijo: «Ahí tienes a tu madre». Añadió: «Tengo sed»; también dijo: «Está cumplido»; y finalmente exclamó «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».

«Te necesitamos, Señor, para saber quiénes somos y a dónde vamos».

  • Te necesitamos para reencontrar las verdaderas razones de la fraternidad entre los hombres, el fundamento de la justicia, los tesoros de la caridad, el sumo bien de la paz.
  • Te necesitamos, compasivo con nuestros dolores, para conocer el sentido del sufrimiento.
  • Te necesitamos, Vencedor de la muerte, para librarnos de la desesperación y del vací
  • Te necesitamos, Señor, para aprender el amor verdadero y para proseguir, con la alegría y la fuerza de tu caridad, nuestro arduo camino hasta el encuentro final contigo, amado, esperado, bendito por los siglos».
  • Te necesitamos para no sentirnos SOLOS como tú, clavado en la Cruz, y entonces te busquemos y te encontremos

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

DECIMOTERCERA ESTACIÓN

Jesús es puesto en el sepulcro- SEPULTADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos / Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio según san Juan

«Después de esto, José de Arimatea pidió a Piloto que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato le autorizó. El fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos»..

Te han SEPULTADO, pero sabemos que pronto volverás a estar con nosotros.

María habla a nuestro corazón: «Juan ha permanecido junto a mí. Al pie de la cruz, mi fe ha sufrido una dura prueba. Como en Belén y después en Nazaret, también ahora medito todas estas cosas en silencio. Confío en Dios. No he perdido mi esperanza de madre. Confíen también ustedes. Para todos pido la gracia de una fe fuerte. Para aquellos que atraviesan días de oscuridad, pido el consuelo».

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO

DECIMOCUARTA ESTACIÓN

Jesús Resucita de entre los muertos – RESUCITADO

Te adoramos Cristo y te bendecimos / Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Del Evangelio de San Marcos:

«Al mirar vieron que la gran piedra que tapaba el sepulcro ya no estaba en su lugar. Las mujeres se asustaron pero el Ángel les dijo: «No se asusten, ha resucitado, no está aquí. Vayan y digan a sus discípulos»:

«Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él, pues sabemos que Cristo, una vez RESUCITADO de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Su muerte fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios».

La entrega de Jesús y la aceptación de su cruz, dan sentido a todas nuestras cruces, a todo fracaso, a toda miseria, a todo sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte. Su muerte fue y sigue siendo semilla de vida.

Los cristianos estamos llamados a ser Iglesia de la misericordia. La Iglesia está llamada a ser pobre y amiga de los pobres. Nuestra debilidad será fuerza y victoria si manifiesta la humildad y la mansedumbre de nuestro Dios.

Todos: Padre nuestro/ Ave María

CANTO