En Villa Sagrada Familia del jueves 14 al domingo 17 de mayo tuvo lugar la Pascua Joven, esta experiencia está dirigida a los jóvenes de los últimos 2 años de secundario de entre 16 y 18 años de nuestras comunidades que participaron en un total de 140 entre jóvenes y acompañantes.
Organizada por el equipo de Pastoral Juvenil: “Pascua Joven 2015” , el lema fue “Volver a vos..” y el objetivo poder ofrecerles a los chicos una experiencia significativa de encuentro con Jesús, mediante trabajos por comunidades de vida, plenarios y momentos de reflexión personal.
Testimonio Eugenia:
«Tuve la oportunidad de tener esta primera experiencia en la Pascua Joven, la cual fue para mí un momento de crecimiento, donde al ver la vivencia de los chicos me surgieron dudas, preguntas, que compartiéndolas con las personas que me rodeaban en ese momento, pude aclararlas, darles significado, y con esto reafirmar mi fe nuevamente, permitiendo que en este proceso participen las personas que estaban ahí. En esta situación pude sentir, eso que tanto repitieron los chicos en el retiro, que no estoy sola y que esas personas que me acompañaron en mis primeras experiencias en la pastoral del cole siguen ahí, seguimos apoyándonos y creciendo juntos en la fe.
Al ser un momento que construimos todos juntos, me veo muchas veces reflejada en el otro, entonces me es imposible no imaginarme a las personas que me rodearon y especialmente acordarme de los participantes y sus vivencias cuando tengo que hablar de la Pascua Joven.
Puedo encontrar en cada retiro como la luz de cada persona se va haciendo cada vez más fuerte, se intensifica por las experiencias con las que se van encontrando, que les permite mirar y descubrir cosas que nunca habían visto, o quizá si las vieron, pero se reformulan algunas ideas que tenían sobre ciertos temas a partir de sentimientos que les surgen al reflexionar sobre realidades, que se encontraron en esos días, similares o totalmente diferentes a la suya. Y en ese encontrarse con la realidad del otro, ven una compañía, descubren que no están solos, que “son únicos pero no los únicos”, y que en esta Pascua y en todo momento tenemos a Dios acompañándonos. Fue una experiencia donde nos encontramos con más de un llanto, pero más allá de esos ojos llorosos, quizá con angustia y tristeza, puedo encontrar esa luz y brillo en las miradas, sobre los momentos que vivieron, las cosas que aprendieron y descubrieron.
Para mí es un momento importante porque veo que en este descubrimiento de los chicos que pudieron participar, se forma un nuevo estilo de vida, una unión a esta gran familia, y permite que las personas que estuvieron ahí sean luz en su vuelta a casa, con las personas que los rodean y en su vida cotidiana.”
Emilia Fonzo Lomez