Estimados Hermanos, miembros de las Fraternidades Nazarenas, Aspirantes a Hermanos, Comunidades Educativas, Comunidades cristianas, Catequistas y amigos de la Familia Sa-Fa:
“Llamados a vivir y compartir la alegría del Evangelio” ha sido el lema motivador de nuestro 38 Capítulo General celebrado en Valladolid (España), del 17 de julio al 6 de agosto. Un tema que ha facilitado una rica experiencia de discernimiento espiritual, de fraternidad y de impulso misionero, que nos ha ayudado a descubrir el precioso don de la alegría que nace del encuentro con Jesús y su Evangelio.
Como Consejo General recién elegido, hemos recibido de los Hermanos capitulares, la confianza y la responsabilidad de guiar el Instituto durante el próximo sexenio 2019 – 2025. Agradecemos esta confianza dada, a la vez que reconocemos el afecto y el apoyo recibido estos días.
Así mismo, queremos hacer público nuestro agradecimiento al H. Juan Andrés Martos, por su generosa entrega durante estos 12 últimos años de servicio al Instituto como Superior General. Y junto a él, agradecemos el servicio del Consejo General saliente de quien tomamos el relevo. Que el Señor siga bendiciendo a estos Hermanos en sus nuevas misiones.
Los Hermanos del nuevo Consejo General, damos gracias a Dios al querer contar con nuestras personas y nos confiamos a su bondad para que sostenga nuestras debilidades y haga fructificar nuestros esfuerzos.
Somos conscientes de nuestros límites y de la necesidad de una constante conversión. Queremos seguir siendo instrumentos del Señor y que sea Él quien haga en nosotros su obra. Hoy, más que nunca, acogemos las palabras de Jesús: “El que permanece en mí y yo en él, da mucho fruto; pero sin mi nada podéis hacer” (Jn 15,5). “Que nuestro Instituto sea tu obra y no la de los hombres” fue siempre el deseo del Hermano Gabriel.
Tenemos la convicción de que la comunidad y la fraternidad sostienen nuestra respuesta vocacional y que el espíritu de familia es el lazo vital que nos caracteriza. ¡Que nunca olvidemos este valor que nos identifica! Acojamos en nuestras vidas las palabras del Hermano Gabriel: “El espíritu de cuerpo y de familia contribuyen en gran manera, queridos Hermanos, a la dicha, a la prosperidad y a la fuerza de una Congregación religiosa”. Vivir hoy los valores propios de nuestro espíritu y de nuestra espiritualidad nazarena nos llevarán a ser más hermanos de Cristo, más hermanos entre nosotros y más hermanos de todos los hombres.
Durante la primera semana del Capítulo, Hermanos y Laicos, tuvimos la oportunidad de vivir momentos de convivencia, de oración y de discernimiento. Juntos compartimos la escucha de los signos de nuestro mundo, las invitaciones que nos hace la Iglesia y las realidades que nos desafían. Así mismo, buscamos las razones profundas de nuestra alegría, las llamadas que sentimos y las respuestas que podemos dar. Todo ello nos aportó el gozo de caminar y de mirar el horizonte juntos. Nuestro trabajo dio el fruto de un Documento orientativo que queremos que sea la hoja de ruta para los próximos años.
En este horizonte, tenemos algunas orientaciones concretas del Capítulo como son la reorganización del Instituto para un mejor cumplimiento de su misión y el desarrollo del Proyecto de Vida, entre otros. Sobre todo, tenemos el desafío de dar continuidad a la misión evangelizadora para que llegue a cada niño, a cada joven y a cada familia la alegría del Evangelio. Contamos con la colaboración de las Comunidades de Hermanos y de toda la Familia Sa-Fa.
Este camino a recorrer es una oportunidad para renovar la ilusión y la adhesión a un proyecto común. La lectura atenta de las repuestas a las Fichas preparatorias para el Capítulo, recibidas de más de 100 comunidades y grupos de toda la Familia Sa-Fa, dejan transparentar la abundante vida que late en nuestra familia. Aun así, deseamos mejorar y soñamos con nuevas realidades.
El Capítulo ha expresado la necesidad de afianzar un estilo más participativo y sinodal en la construcción de nuestro proyecto común. Ha insistido en favorecer la corresponsabilidad, la escucha, el diálogo y la aportación de todos. Como Consejo General acogemos estas invitaciones y trataremos de que así sea en lo que nos concierne.
Estos días hemos tenido muy presentes a los Hermanos mayores del Instituto que han sido fieles a su vocación de Hermanos hasta el final de sus días, con un testimonio de generosa entrega, muchas veces marcada por grandes sacrificios. Una gran lección para todos. Damos gracias a Dios por sostenerles hasta el final y le pedimos que les acompañe muy de cerca.
Así mismo, nos hemos recordado de los Hermanos de mediana edad, que sostienen con generosa dedicación las arduas responsabilidades de las Provincias. Damos gracias a Dios por cada uno de ellos y por sostenerles con su fuerza. Que junto a ellos sepamos llevar la buena noticia del Evangelio a todos y estar cerca de los que más nos necesitan.
Hemos sentido cercanos al numeroso grupo de Hermanos de votos temporales que paso a paso van madurando su opción de entrega a Dios como Hermanos de la Sagrada Familia. Ellos sostienen nuestra esperanza y los acogemos como una bendición de Dios. Agradecemos al Señor por su vocación y le pedimos que les acompañe en su crecimiento.
A la vez, han estado muy presentes las Fraternidades Nazarenas y todos los laicos Sa-Fa que se sienten unidos al carisma y a la misión del Instituto. ¡Es una inmensa gracia de Dios poder alargar la familia en las diversas culturas! Pedimos que el Señor sostenga a cada uno y a sus familias en el camino del bien.
Que Hermanos mayores, Hermanos de mediana edad, Hermanos jóvenes y laicos Sa-Fa formemos una sola familia, la Familia Sa-Fa unida en un mismo espíritu. Que la Sagrada Familia y el Venerable Hermano Gabriel nos acompañen y bendigan a todos y en especial a este Consejo que comienza su andadura.
Valladolid a 6 de agosto de 2019
- Francisco Javier Hernando, Superior General;
- David Rasero, Vicario General;
- Pierre Kafando, segundo Consejero;
- Enzo Biemmi, tercer Consejero y
- Néstor Achigar, cuarto Consejero.