Estimados amigos:
Al finalizar mi visita a los Centros educativos de la Provincia de Nuestra Señora de la Esperanza quiero reiterar mi agradecimiento por tantas manifestaciones de atención, acogida y simpatía que he recibido en todos los encuentros que he mantenido con los miembros de las Comunidades educativas: alumnos, educadores, equipos directivos, asociaciones, representantes de padres de alumnos, consejos de pastoral, fraternidades nazarenas etc. Con estas breves líneas quiero reconocer vuestra colaboración en la labor educativa que hace posible hoy dar continuidad al sueño del Venerable Hermano Gabriel en la realidad de nuestras escuelas.
Durante mi visita y en la medida de lo posible, he querido interesarme por cuantas actividades realiza la Comunidad Educativa en la labor formativa, pastoral, educativa y nuevos proyectos. En lo que pude informarme sobre la labor educativa en todas las escuelas he podido comprobar que siguen en su línea de eficacia pedagógica, académica y evangelizadora. A lo largo de estos días he puesto particular cuidado en recordar que la Escuela Sa-Fa es:
. Fruto del carisma educativo del Hno. Gabriel Taborin
. Se sitúa en comunión y solidaridad con los otros centros educativos del Instituto y de la Iglesia.
. Responde al Proyecto Educativo de los Hermanos de la Sagrada Familia.
. Tiene como punto de referencia la Sagrada Familia de Nazaret y se esfuerza por crear un clima de familia entre los componentes de la Comunidad Educativa.
. Es responsable de una acción pastoral evangelizadora.
. Tiene un particular estilo de gestión y de educación basado en el “espíritu de familia”
En mis reuniones con ustedes he querido también poner de manifiesto las preocupaciones que hoy tiene la Congregación en materia formativa y educativa entre las que he señalado:
. La invitación a pasar del trabajo académico a la misión educativa.
. El deber de mantener de una manera amable la credibilidad de nuestra escuela en una sociedad laica.
. El empeño de seguir presentando los valores del Evangelio como un bien para todos los hombres.
. La conveniencia de aplicar dinámicas de reciprocidad en nuestras escuelas.
. La sensibilidad para prestar atención a las fragilidades personales, familiares, sociales y culturales de los jóvenes de hoy.
. La inquietud para poner en práctica modelos educativos y métodos diferentes para una nueva sociedad.
. La creatividad para situar la tradición educativa Sa-Fa en los nuevos contextos de sociedad en la que vivimos.
. La necesidad de considerar que las diversas tareas de la escuela (dirección, organización, programación, acción directa etc, no es sólo como un compromiso profesional sino también como un compromiso espiritual ya que el modo en que se ejercita la misión educativa influye en el perfil cristiano que la escuela ofrece.
. La importancia de la inclusión en todos los aspectos y niveles.
Con estas sugerencias un poco reiterativas no quisiera poner las cosas más difíciles de lo que las tenéis en el desempeño de vuestra tarea, pues conozco las superaciones que conllevan hoy el ejercicio de la educación. A pesar de todo, os invito en cada una de las escuelas a poner especial empeño en:
. Cuidar la transmitir de los conocimientos humanísticos y científicos con exigencia y con métodos adecuados;
. Organizar la escuela de manera que manifieste orden, seriedad y respeto por las normas;
. Educar colectivamente en la fe y proporcionar actividades para transmitirla y asimilarla;
. Ser individual y colectivamente referencia de coherencia humana y cristiana.
Nada mejor para terminar este saludo que transcribir algunas citas del Hermano Gabriel, maestro, educador e inspirador de nuestra escuela. Entre ellas recordemos que:
“Los Hermanos-Profesores promoverán la emulación de sus alumnos con palabras de alabanza y estímulo dichas en los momentos oportunos» (Hno. Gabriel NG 691) y estarán más dispuestos a recompensar a sus alumnos que a castigarlos» (Hno. Gabriel NG 688)
Los Hermanos- Profesores practicando una pedagogía que conceda especial relieve al contacto directo y personal con el alumno como exigencia misma de la concepción cristiana del hombre. (LC, 21)
«Los Hermanos-Profesores se mostrarán humildes y pacientes; sabrán conjugar la calma y la serenidad con la firmeza y la severidad. Nunca corregirán a los alumnos en momentos de mal humor y se esforzarán por no mostrarse enfadados en ninguna circunstancia, recordando que la paciencia vence las mayores dificultades». (Hno. Gabriel NG 648)
Los Hermano-Profesores «no manifestarán preferencias por un grupo determinado de alumnos, pues todos los que frecuentan la escuela tienen el mismo derecho a la atención del maestro y él, a su vez, a todos debe su tiempo y su atención». (Hno. Gabriel NG 651)
Los Hermanos-Profesores serán conscientes de que «Para que el niño se eleve a nuestra altura tenemos que saber descender a donde él está» (NG.652)
Deseo vivamente que teniendo como referencia a la Sagrada Familia y al Venerable Hermano Gabriel Taborin nos hagamos portadores de las virtudes nazarenas.
Hermano Juan Andrés Martos Moro SG