BIENVENIDO A

SAFA ESPERANZA

CARISMA

FAMILIA

MISIÓN

Enterate de

NUESTRAS NOVEDADES

Carta del Animador General invitación a leer la nueva Encíclia

Carta del Animador General invitación a leer la nueva Encíclia 150 150 Safa Esperanza

Roma a 5 de octubre de 2020 Estimados Hermanos, miembros de las Fraternidades Nazarenas, Aspirantes…

CARTA ENCÍCLICA: “FRATELLI TUTTI”

CARTA ENCÍCLICA: “FRATELLI TUTTI” 653 481 Safa Esperanza

CARTA ENCÍCLICA: “FRATELLI TUTTI”, he aquí la encíclica social del Papa Francisco La Santa Sede…

Comunicación setiembre Animador Provincial

Comunicación setiembre Animador Provincial 150 150 Safa Esperanza

Montevideo, 14 septiembre de 2020 Exaltación de la Santa Cruz “Es necesario que el Hijo…

EQUIPO NAZARENO TABORINIANO – SETIEMBRE

EQUIPO NAZARENO TABORINIANO – SETIEMBRE 567 319 Safa Esperanza

El sábado 5 de setiembre el Equipo Nazareno Taborineano mantuvo virtualmente su reunión mensual, que…

VISITE NUESTRO CALENDARIO DE ACTIVIDADES 2024

Te contamos sobre

NUESTRO INSTITUTO

El Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia, fundado en la diócesis de Belley por el Hermano Gabriel Taborin, es un Instituto religioso de Hermanos de carácter laical de derecho pontificio, aprobado el 28 de agosto de 1841…

CREAMOS.

La incorporación de seglares a las obras educativas y catequéticas del Instituto ha generado un proceso de corresponsabilidad en la misión y sentimiento de pertenencia a la institución en muchos de estos seglares. Los elementos distintivos del Instituto como son: los símbolos, las fiestas, los patronos, los lemas, el estilo de relación y gestión, el proyecto educativo, etc.

ENSEÑAMOS.

El Hno. Gabriel Taborin es el punto común de referencia en cuanto Fundador del Instituto, al que dio el nombre y puso bajo el patrocinio de la Sagrada Familia. Quienes comparten el carisma del Hno. Gabriel encuentran en la Sagrada Familia la inspiración para su vida y acción.

COMPARTIMOS.

La concepción de la Iglesia como Pueblo de Dios y la Iglesia comunión impulsadas por el Concilio Vaticano II han sido clave para el desarrollo de un proceso de valoración de cada una de las vocaciones y la complementariedad entre ellas, así como el compartir los carismas personales e institucionales.