NUESTRA MISIÓN
El Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia
participa en la misión de la Iglesia
para edificar el reino de Dios en el mundo.(Constituciones HSF)
Estilo de vida y misión mantienen una estrechísima vinculación. Por eso, citando textualmente al Hno. Gabriel, las Constituciones de los Hermanos dicen:
Los Hermanos de la Sagrada Familia se proponen, ante todo,
la gloria de Dios y su propia santificación.
Dentro de la obediencia,
pueden dedicarse a toda clase de obras buenas,
impulsados por el amor a Dios y al prójimo;
sin embargo, su misión principal y concreta consiste en:
1º desempeñar en las ciudades y pueblos
las sencillas funciones de maestros en las escuelas cristianas,
de cantores y sacristanes;
2º dirigir internados para alumnos de enseñanza primaria,
así como orfanatos, talleres, cárceles» (N.G. art. II).(Constituciones HSF)
Pero no se trata de repetir, sin más, el mismo tipo de obras y actividades que el Fundador promovió. Vivir su carisma hoy significa también tener en cuenta la experiencia del Instituto a lo largo de su historia y las características de la Iglesia y de la sociedad actuales.
Las Constituciones proponen hoy la apertura a las necesidades de la Iglesia local como mejor camino para vivir el carisma del Fundador. Es conveniente subrayar esta apertura antes de especificar algunas actividades más concretas, porque responde perfectamente a la experiencia y a los deseos del Fundador y porque está en plena sintonía con las orientaciones de la Iglesia de hoy, que insiste en la inserción de los religiosos en las Iglesias particulares, sin renunciar por ello a su disponibilidad universal y a su autonomía.
Los tres tipos de actividades que se señalan como campo privilegiado de acción, recogen en versión actual la pluralidad de funciones que el Fundador asignaba a los Hermanos. Esa pluralidad no debería hacer olvidar la unidad de la figura del Hermano en cuanto animador de la comunidad cristiana, como el Hno. Gabriel la encarnó y tantos otros la han vivido.
La educación cristiana, ya en tiempo del Fundador y durante toda la historia del Instituto ha sido ciertamente la actividad preponderante en el Instituto. En muchos casos fue, y sigue siendo, la base desde la que se ejercen las demás. No era, sin embargo, justo mencionar explícitamente de modo único esta actividad.
Conforme al deseo del Fundador
el Instituto permanece disponible
para realizar tareas apostólicas
que puedan exigir las necesidades de tiempos y lugares.(Constituciones HSF)
El ejemplo del Fundador puede ser de gran ayuda en este campo porque viendo su experiencia se puede constatar como, en fidelidad absoluta al carisma, fue capaz de ir encarnándolo en actividades y obras bastante diversificadas: escuelas privadas y estatales, sacristías, atención a los peregrinos, orfanatos, etc.
Los Hermanos son «enviados»
tanto cuando dan testimonio con su vida
como cuando trabajan apostólicamente.
Se inspiran en el estilo de vida humilde, sencillo y activo
de la Sagrada Familia de Nazaret.
Como ella, que fue pobre entre los pobres,
comparten con sencillez su tiempo, sus cualidades, sus energías
y el don mismo de su vocación
y prestan una atención especial a los más necesitados.(Constituciones HSF)
Así como el carisma da prioridad a algunos campos de apostolado, la espiritualidad del Instituto indica algunas actitudes preferidas en el modo de ejercer la actividad propia en la Iglesia
Se subraya la «atención especial» que deben tener «los más necesitados». En la relación existente entre el testimonio de pobreza y misión evangelizadora, la Sagrada Familia es la guía orientadora. En ella se subraya no tanto la condición de privación extrema cuanto la capacidad de ser «pobre entre los pobres» y de ponerlo todo a disposición de la misión.