PROVINCIA “NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA”

La Provincia “Nuestra Señora de la Esperanza” es un sector del Instituto de los Hnos. de la Sagrada Familia, está establecida en Uruguay desde 1889 a solicitud del Obispo de Montevideo Mons. Inocencio Yéreguy para atender las necesidades de la educación y evangelización de los  niños y de los jóvenes. En Argentina su presencia responde a un deseo de la Congregación de abrir, a principios del siglo XX, otro campo educativo y pastoral. El primer lugar de fundación fue Tandil (Provincia de Buenos Aires). Posteriormente en 1963, la Congregación, desde Uruguay, se establece en Brasil con una perspectiva vocacional y misionera.

Este prólogo quiere ser “memoria del paso de Dios en la presencia de nuestras comunidades”.

El carisma y la misión compartida nos han posibilitado la creación de las Fraternidades Nazarenas, la Asociación Sagrada Familia, las Cooperativas, los intentos de inserción en medios no tradicionales y la reubicación de algunas comunidades.

La finalidad inicial de algunas fundaciones ha cambiado, con el pasar del tiempo, para adaptar su misión a las nuevas exigencias. Como sucedió desde los comienzos de la Congregación, algunas obras debieron ser transferidas a la Diócesis respectiva.

IDENTIDAD DE LA PROVINCIA

La Provincia “Nuestra Señora de la Esperanza” es un sector del Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia. Sus miembros, religiosos Hermanos, de carácter laical, viven en comunidad animados por el espíritu de familia, el trabajo y la oración.

La Espiritualidad Nazarena inspira la vida y la actividad de las Comunidades. Está establecida en Uruguay desde 1889 , y en Argentina desde 1908 y en Brasil desde 1963.

La identidad de nuestra Provincia se formó con la impronta de nuestro carisma que los Hermanos franceses, españoles e italianos imprimieron en nuestra cultura rioplatense, junto con los Hermanos uruguayos y,  argentinos,  y brasileros  provenientes de zonas rurales y urbanas.

El proceso de inculturación del carisma se ha llevado a cabo en nuestros países desde el inicio, por ser éste de carácter dinámico. La identidad del Hermano de la Sagrada Familia, en nuestros países, es fruto de un mestizaje de culturas, aspecto que tenemos que seguir profundizando.

La profundización del carisma, a que nos han conducido el Concilio Vaticano II y las orientaciones de la Iglesia latinoamericana, ha enriquecido este proceso destacando los valores nazarenos y permitiéndonos un discernimiento más lúcido y objetivo del mismo.

La Provincia, en su misión apostólica, participa en la pastoral de la Iglesia principalmente por medio de la educación cristiana, la catequesis y la animación litúrgica; se muestra sensible “a toda clase de buenas obras”, como quería el Venerable Hno. Gabriel Taborin, Fundador del Instituto, teniendo en cuenta las necesidades de la Iglesia local, que se declara a sí misma en estado de misión.

Los Hermanos viven en creciente corresponsabilidad con los laicos, tanto en el ámbito educativo, pastoral y de gestión, como compartiendo la espiritualidad, de manera particular con las Fraternidades Nazarenas.

El nombre “Nuestra Señora de la Esperanza”, indica la motivación de fondo que nos anima en nuestra misión y carisma en este continente e Iglesia de la esperanza. Recoge la práctica pastoral y la orientación que nuestros Pastores han asumido para la Iglesia latinoamericana en diferentes instancias.

La vida y el testimonio de los Hermanos se insertan en una cultura que valora la dimensión humana, los vínculos familiares y la religiosidad popular. Pero, a su vez, en una cultura cada vez más  secularizada, sometida a la “fragmentación de los espacios sociales y humanos”, a la “disgregación del tejido social y a la confrontación sistemática de los grupos y sectores de la sociedad”.

La misión de los Hermanos se desarrolla en un contexto de gran diversidad religiosa. Frente a la pérdida del sentido de la vida, que también se constata en dicha cultura, la Comunidad Provincial se siente llamada a ser un agente de humanización, de inculturación del carisma y a crear relaciones auténticas que ayuden a las personas a tomar conciencia de su valor y dignidad inspirada en la “bajada de Jesús a Nazaret junto a María y a José”. Además, la nueva identidad de la Provincia, implica un camino de profundización y desarrollo de la eclesiología de comunión, que supone la nueva realidad de la “Familia Sa-Fa”. (Directorio Provincial “Provincia Nuestra Señora de la Esperanza “  II º Capítulo Provincial – Córdoba 2014).