• 10 noviembre, 2016

Mensaje del Superior General con motivo del mes del Hno. Gabriel

Mensaje del Superior General con motivo del mes del Hno. Gabriel

Mensaje del Superior General con motivo del mes del Hno. Gabriel 1024 965 Safa Esperanza
Compartimos el mensaje del Superior General con motivo del mes del Hno. Gabriel.
Nos invita a reflexionar sobre el anuncio de la Buena Nueva que estamos llamados a hacer por vocación personal y comunitaria en un mundo no siempre receptivo y muchas veces afectado por la increencia. La consecuencia es que esta realidad nos obliga a revisar nuestra manera de anuncia tanto en su contenido como en su pedagogía.
Gracias.

 

FRATELLI DELLA SACRA FAMIGLIA

CASA DI PROCURA GENERALIZIA

Viale Aurelio Saffi, 24 – 00152 ROMA

Tel. 06 581 38 41   Fax 06 588 09 13

e-mail: superiore@fsfcuriagen.org

Roma, 5 de noviembre 2016

“Cualquiera que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también ante mi Padre que está en los cielos” (Mt 10,32).

Estimados Hermanos, miembros de las Fraternidades Nazarenas, Aspirantes a Hermanos, Comunidades Educativas, Comunidades cristianas, Catequistas y amigos de la Familia Sa-Fa:

Un año más la celebración de la fiesta del Venerable Hermano Gabriel nos ofrece la oportunidad de renovar nuestra acción de gracias al Padre por el carisma heredado y de reforzar nuestra pertenencia a la obra evangelizadora del Instituto. La presencia del carisma Sa-Fa hoy sigue siendo un motivo de gratitud y al mismo tiempo un desafío para los que nos sentimos herederos de su espiritualidad y de su misión. Así pues, celebrar el aniversario de la muerte del Hermano Gabriel nos invita a considerar que su obra va más allá de los Hermanos de la Congregación y que hoy muchas personas lo consideran guía para los educadores y catequistas.

Celebrar su fiesta nos plantea también la pregunta de cómo ser fieles seguidores del Hermano Gabriel en un mundo en el que la indiferencia religiosa se va haciendo notar más cada día. Ciertamente no estamos llamados a repetir su experiencia o a hacer sus mismas obras, pero sí a buscar expresiones nuevas a su carisma para dar respuestas actuales a las necesidades de los hombres de hoy, en especial, ante la situación de indiferencia religiosa y la falta de humanidad que vivimos en muchas de nuestras sociedades.

El Hermano Gabriel también fue un hombre marcado por las consecuencias antirreligiosas de la Revolución Francesa, y quiso colaborar en el impulso restaurador con el que la Iglesia de Francia se abría a una nueva organización y al despertar de nuevos proyectos misioneros. En este ambiente hemos de entender el proyecto de fundación del Venerable Hermano Gabriel. Fueron aquellos tiempos y sus signos los que llevaron al Fundador a poner en práctica determinadas acciones a la luz del Evangelio.

Hoy igual que en tiempos del Venerable Hermano Gabriel asistimos a una secularización intencionadamente dirigida, marcada por la indiferencia religiosa, por un rechazo abierto a la fe cristiana y por la marginación de la Iglesia. En este contexto de increencia estamos obligados a traer a la memoria la vida y los hechos del Venerable Hermano Gabriel y a inspirarnos en su capacidad de reacción ante la situación que le tocó vivir. Recordar al Venerable Hermano Gabriel nos invita a releer su época y las respuestas que motivaron su vida cristiana.

En una sociedad de creciente estado de secularización, la celebración de la fiesta del Venerable Hermano Gabriel nos puede ayudar este año a todos los miembros de la Familia Sa-Fa a:

  • Fomentar una actitud crítica frente a las convicciones y creencias dominantes, en especial, aquellas que niegan todo lo que escapa a la experiencia sensible.
  • Educar y educarnos en los valores humanos básicos. El ser humano necesita unos referentes fundamentales para clarificar su relación consigo mismo, con los demás y con el mundo que le rodea. Los principios y los valores nos aportan elementos básicos para la definición y comprensión del hombre.
  • Favorecer la dimensión espiritual de la persona. La cultura materialista impide con frecuencia que nos abramos al mundo de lo trascendente. Urge facilitar la apertura de la persona a la verdad, al misterio, al bien y a la belleza como paso previo al encuentro con Dios. Solo desde estos valores podemos encontrarnos con el amor de Dios y ver en cada hombre un hermano.
  • Alentar la búsqueda del sentido de la vida. Una búsqueda que nos obliga a preguntarnos sobre el porqué de lo que somos y hacemos sin querer agotar las inquietudes del corazón del hombre.
  • Purificar nuestra experiencia de fe. La fe vivida en un ambiente de increencia está expuesta a la crítica. Como creyentes debemos analizar si nuestras representaciones de Dios coinciden con el Dios revelado en Jesucristo.
  • Revisar nuestras formas de vida. Ello nos obliga a examinar si el testimonio personal e institucional son reflejo de los valores evangélicos, ya que a veces nuestra conducta puede contradecir nuestras palabras o incluso dar motivos para que otros abandonen la fe.
  • Resituar nuestra misión. Como institución Sa-Fa debemos ofrecer nuestro Proyecto Educativo en el nuevo contexto de la indiferencia religiosa lo que supone aprender una nueva manera de situarnos en esta sociedad pluralista. Esto nos obliga a revisar nuestra manera de anunciar la fe cristiana tanto en su contenido como en su pedagogía. La situación de increencia puede ser motivo de esfuerzo para seguir proponiendo la fe en este nuevo contexto socio-cultural, especialmente a nuestros alumnos.

Lo expuesto anteriormente debe estimular nuestra reflexión para ofrecer el testimonio de nuestra fe en un mundo secularizado. Crear comunidades de fe animadas por el carisma Sa-Fa puede ser la semilla de un futuro cristiano en esta cultura de increencia. No importa que seamos pocos, también al principio la fe cristiana fue minoritaria. Lo importante es que vivamos el Evangelio con todas las exigencias del Espíritu.

Una cita de la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium (134) nos recuerda que “las escuelas católicas, que intentan siempre conjugar la tarea educativa con el anuncio explícito del Evangelio, constituyen un aporte muy valioso a la evangelización de la cultura, aun en los países y ciudades donde una situación adversa nos estimule a usar nuestra creatividad para encontrar los caminos adecuados”.

Con esta invitación de la Iglesia, a ejemplo del Venerable Hermano Gabriel, busquemos las fórmulas más adecuadas para acentuar una pastoral en estado de misión caracterizada por la acogida, el diálogo, la credibilidad, la misericordia y la presencia significativa. En definitiva, una pastoral de acompañamiento personal y comunitario. A dar este testimonio de fe personal y comunitario de la Familia Sa-Fa nos invita la celebración de la fiesta del Venerable Hermano Gabriel de este año.

Feliz fiesta.

  1. Juan Andrés Martos Moro SG